lunes, 22 de abril de 2013

Freiduria Gallinejas

Hoy vamos a hablar de un sitio típico, auténtico y castizo como pocos, la Freiduría de Gallinejas  en la calle de Embajadores.

Siendo de Cádiz el tema freiduría lo tengo bastante controlado, ese pescaito frito gaditano, sus choquitos, cazón en adobo, las tortillitas de camarones...  ¡pero no! en esta freiduría ¡no hay pescado! y entonces, ¿qué se come? Pues una de las cosas más típicas de la gastronomía madrileña.... la casquería.


Calle de Embajadores, 84 
Así pues, hablamos de un sitio que se llama freiduría, que la decoración, azulejos y mesas podría recordarnos a cualquier típica freiduría gaditana, pero donde no hay rastro de olor a pescado o a adobo. Como hemos mencionado aquí se viene a comer casquería: gallinejas, entresijos, mollejas, zarajos... La carta es reducida y específica, como pienso que debe ser.

Debido a mi desconocimiento en estos menesteres antes de saber que pedir sometí al señor a casi un tercer grado, preguntando que era cada cosa y como se pedía. La gente suele comerlo por raciones o en bocadillos, en nuestro caso nos recomendó pedir uno de cada cosa para probarlos. Nos decidimos por lo más típico: las gallinejas y los entresijos.


Entresijos, gallinejas y Mahou fresquita
Llegado a este punto, a los aprensivos o de estómagos delicados les aconsejo saltarse el siguiente párrafo.

¿Qué son las gallinejas y entresijos? Pues son parte de las tripas o despojos del cordero que se fríen en su misma grasa, por lo que no hablamos de un plato de lo más ligth y saludable que puedas encontrar. Las nuestras estaban deliciosas, muy bien fritas y de un sabor sublime.


Por lo que si os apetece probar algo típico y castizo este puede ser vuestro lugar, eso sí, ¡no abuséis y luego a dar un paseito para hacer bien la digestión! 

Bon appétit!

(foto de: http:\\gallinejas-gabino.blogspot.com)

viernes, 19 de abril de 2013

Vadebaco

En la calle Campomanes, empezando en la plaza de Ópera se encuentra Vadebaco. Ellos se definen como bar-restaurante, aunque también podría definirse como lo que los modernos llamarían una vinoteca. La cuestión es que es un lugar muy válido tanto para tomar unos vinos como para comer,

La entrada, muy mona ella...

Según he podido averiguar el local está ubicado en lo que era una antigua plaza (?) por ello la entrada, más que una entrada, parece un callejón. Eso sí, todo muy cuidado y con una decoración de buen gusto, que hace del lugar un sitio vanguardista y a la vez acogedor. La parte central es la zona de restaurante, con mesitas pequeñas y aparte una gran barra y mesas altas para reuniones más informales.

Por supuesto, el mayor atractivo del lugar es su bodega, que hace de él una buena opción para tomar unos vinos pues ofrecen la opción de disfrutar tanto de botellas como de copas.

Vista de la barra y la bodega al fondo
¿Y la comida? Disponen de dos tipos de cartas la de tapas, aunque más que de tapas se tratan de raciones y la del restaurante. Bueno, dada mi predilección por las tapas y picoteo podéis intuir con que carta me quede: 

Las patatas bravas estaban muy bien hechas, crujientes por fuera y tiernas por dentro y una salsa brava bastante correcta,

Una parrillada de verduras con bastante variedad y las verduras en su punto, acompañadas de una salsa si mi memoria no me falla de queso, en cualquier caso una salsa muy sabrosa.

Finalmente, aunque no recuerdo el nombre de la tapa, pero era parecido a una fondeau de queso servida dentro una torta de pan, la cual se había vaciado para introducir el contenido y acompañada de fruta de temporada para mojar en el queso. Delicioso y bastante original.

Así pues, tenemos en Vadebaco una opción agradable, céntrica, original y con precios bastante ajustados.

Bon appétit! 

(fotos de: http://www.los5mejores.com)

viernes, 12 de abril de 2013

Mikado

Continuando con la comida oriental, en este caso cocina japonesa y el restaurante Mikado en la calle Pintor Juan Gris, metro Cuzco. Tiene el honor de ser el restaurante japonés más antiguo de Madrid con más de 40 años desde su apertura.

La fachada pasa un poco desapercibida y no llama mucho la atención. En el interior, la decoración algo anticuada, sobria pero acogedora. No había mucha gente cuando estuve y el ambiente era muy tranquilo.

La fachada para que os fijéis...
Teníamos reserva, al llegar nos recibió el maître que nos dio nuestra mesa mostrándose en todo momento atentísimo y muy amable. El trato fue espléndido durante toda la comida, un gustazo.

No soy ningún experto en comida japonesa, pero por lo que he visto y oído la carta, a diferencia de otros restaurantes más modernos, es muy tradicional y, opinión personal,  exquisita.

De entrante pedimos Yakitori, para los no entendidos son unas brochetas de pollo y verduras, que se pasan por una salsa antes de ser asadas. Muy jugosas para abrir boca.

Continuamos con verduras en Tempura, que eran excelentes, la tempura crujiente, nada pesada, verduras en su punto.... deliciosas, al igual que la sopa de fideos que también pedimos, como muy bien me aconsejaron "no se puede ir a un restaurante japonés y no pedir sopa" y la sopa justificó el consejo.

Y por fin, como no, Sashimi de salmón, Makis y arroz, el pescado muy sabroso y el arroz para acompañar también, lo sencillo que es el arroz y lo rico que estaba, de hecho pedimos varios boles de arroz durante la comida. A destacar los Makis también, aunque siempre con la incertidumbre de si tendrían demasiado picante (¿wasabi?), ya que no estamos acostumbrados a ese tipo de picante... aún con todo, ¡suculento!

Para terminar, helado de té verde y té chino, sabores diferentes a los que suelo tomar con asiduidad.
Decoración sobria y tradicional
Tengo entendido que los restaurantes japoneses no son nada baratos, aquí los precios están bastante ajustados y la relación calidad precio es bastante interesante, unos 35 euros por persona ¡un capricho interesante!

Bon appétit!

(fotos de: http://www.verema.com y http://www.eltenedor.com )

lunes, 8 de abril de 2013

Pastelería Vinicius

Hoy traemos una nueva entrada para los más golosos Pastelería Vinicius en calle Zurbano, 54 (Rubén Darío). Es una pastelería artesanal argentina y tienen una gran variedad de productos tanto dulces como salados.

El local es muy mono, pequeño, acogedor, colorido, muy cuidado, agradable... al entrar percibes el rico olor de lo que allí hay y te dan ganas de comértelo todo... El negocio está enfocado como take away, pero tienen un par de mesitas pequeñitas y una barrita en la pared por si te apetece comer allí.

la fachada muy mona ella...
La especialidad del local son las tartas, de hecho preparan tartas personalizadas, con diferentes decoraciones. Por ello, me llevaron  para que probara una de esas delicias y siendo una pastelería argentina la elegida fue la tarta de dulce de leche y coco.

La recomendación superó las expectativas... la base era un bizcocho aunque más que bizcocho a mí me recordaba a un brownie, un dulce de leche exquisito como relleno y para contrastar el dulce coco por encima; ¿el resultado? una combinación sublime... quizás tanto dulce a algunas personas les pueda empalagar, pero los más golosos seguro que gozarán a cada mordisco.

Como decía además de las tartas ofrecen gran variedad de productos: alfajores, cookies, empanadas, quiches, sandwich... e incluso varios tipos de menús para comer que pueden ser una opción a estudiar para los que trabajen por la zona.

Bon appétit!

(fotos de: http://11870.com/pro/vinicius)

martes, 2 de abril de 2013

Alfredo's Barbacoa

Cualquiera que me conozca sabe que nunca he sido gran amante de las hamburguesas y son algo que estoy empezando a degustar desde no hace mucho tiempo. Entre los lugares favoritos para los amantes del burger suele encontrarse Alfredo's Barbacoa en calle La Gasca, 5 muy cerquita de la Puerta de Alcalá.

El restaurante es pequeño y caótico, lleno de gente esperando (recomiendan reservar), mesas pequeñas, las paredes llenas de fotos, matrículas, cuadros, banderas... camareros intentando trabajar entre la gente, bullicio, la cocina a pleno rendimiento... no es le mejor sitio para una cena romántica y hay que ser conscientes de a donde se va. Como muestra un botón:


My bar, my rules...
El punto fuerte de Alfredo's es, como no, su comida. La carta es muy concreta: algunos entrantes, algo de carne a la parrilla y su plato estrella las hamburguesas.... de dos tamaños (160 o 250 gramos) y 5 tipos dependiendo de los ingredientes que la acompañen.

De entrante pedimos chili con carne, los frijoles en su punto, carne abundante, salsa espesa, picante, pero sin pasarse, el sabor picante que se te reclama un buen trago de cerveza para calmarlo y luego te deja ese gustito tan agradable en la boca. Me sorprendió muy gratamente.

Por cortesia y, supongo, para intentar combatir el remordimiento te sirven la ensalada de col, típica americana, no es algo que me vuelva loco y no estaba mal.

Mi hamburguesa era una Super Alfredo's (250 gramos) con bacon, queso y salsa barbacoa, como guarnición patata a la parrilla con mantequilla. Me llamó la atención el tamaño de la misma un diámetro muy pequeño y un grosor de al menos dos dedos, la pedí al punto, por lo que la carne estaba bien hecha por fuera con el sabor a parrilla y súper jugosa por dentro, carne de cebón (buey con menos de dos años) y muy sabrosa. Desde luego una hamburguesa de categoría.

Super Alfredo's cheese and bacon
La carta de postres si daba bastantes alternativas, sobre todo unas tartas que tenían a la vista con una pinta exquisita, pero llevábamos ya demasiadas calorías en el cuerpo y nos privamos de ella. ¡Es algo que me queda pendiente!

Tienen otro local en la calle Juan Hurtado de Mendoza, que no he visitado y me cuentan es más nuevo, más grande, más bonito... no sé si será tan auténtico como este que visité.

Dado que estaba sentado cerca del pasillo que daba a la cocina en un momento en el que no había camareros entrando y saliendo, cosa que era constante, aproveché para echar un vistazo a la misma y la visión fue algo me sorprendió, parrillas gigantescas llenas de carne, fuego, comida, cocineros, olor a parrilla... si tenéis ocasión tratad de haced lo propio, me habría gustado hacer una foto, pero enseguida había camareros de nuevo por allí y no me parecía bien molestar.

Bon appétit!

(Foto de: http://foursquare.com/ user: Mohammed)